Aunque son comunes, en invierno los pardillos (Linaria cannabina), son difíciles de reconocer porque no tienen rasgos distintivos y ambos sexos son similares, de tonos generales pardos (o “pardillos): cabeza gris, color pardusco en el dorso y ocre muy pálido en flancos y vientre, aunque el macho en invierno tiene un tono más rosáceo en el pecho y la hembra posee estrías más abundantes y visibles. En primavera el macho luce frente y pecho rojo carmín mientras que la hembra sigue siendo listada. Los jóvenes se asemejan a las hembras. El pico es corto y oscuro y la cola larga y escotada con extremos laterales blancos. Su vuelo es ligero y ondulado y suelen volar en bandadas densas bien coordinadas que bajan repentinamente al suelo, donde acostumbran a buscar el alimento dando saltitos. Suelen moverse en bandos todo el año y fuera de época reproductora forman grandes grupos mixtos con otros granívoros: verdecillos, jilgueros, verderones, pinzones, lúganos, etc.
Su voz es agradable, triste y dulce. Entonan tranquilamente un parloteo musical, rico y variado con notas aflautadas, silbidos y trinos. Con frecuencia cantan en bandadas los días soleados de invierno. A veces las hembras también parlotean. El reclamo es un “chii-chie” o “que-no, que-no”.
Como los demás fringílidos su dieta incluye sobre todo semillas variadas. Sus apelativos “Linaria” y “cannabina” son una referencia al “lino” y al “cáñamo”, de cuyos granos se alimentan. También consumen insectos en época reproductora.
Gustan frecuentar espacios abiertos con plantas de semillas y abundantes matorrales y arbustos, ya sea en costas, montañas o mesetas: pastizales, eriales, barbechos, llanuras cerealistas, dehesas, olivares, viñedos, huertas, etc.
Entre abril y mayo pueden hacer tres puestas Suelen ubicar los nidos muy próximos unos de otros, en zonas bajas de matorrales, arbustos, setos, viñas.... Tienen fuerte lazos conyugales y los miembros de la pareja continúan unidos todo el año.
Se extienden por gran parte de Europa (salvo norte de Escandinavia y Rusia septentrional), hasta China, y hacia el sur por Canarias y noroeste de África hasta Israel. En los inviernos europeos se van de latitudes norteñas a áreas más cálidas, llegando a África.
En España es una especie residente muy común que se distribuye por gran parte de la península, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla. Realizan movimientos altitudinales, abandonando en los meses fríos las zonas de cría del norte, hacia las depresiones de los grandes ríos (Tajo, Ebro, Guadalquivir, etc.), litoral mediterráneo y Baleares. En otoño, pardillos de la Europa septentrional llegan a nuestro país, sobre todo a la mitad este, y se quedan a invernar, otros continúan el viaje hasta el norte africano. La migración otoñal se produce entre septiembre y octubre. Regresan en marzo y abril.
En O Grove están presentes todo el año, donde se reproducen. Las mayores concentraciones se dan en octubre y ocupan prácticamente toda la península Meca.
Desgraciadamente el Pardillo común es un pajarito que se enjaula como perverso pasatiempo. Tal vez el término “pardillo” aplicado a personas ingenuas, sea porque se engañan con facilidad para ser atrapados.
Enviada en 17/08/2022