El contacto con la naturaleza tiene un efecto terapéutico.
Diversos estudios científicos han demostrado que la vida al aire libre produce una mejora general de la salud de las personas: incrementa la concentración y la memoria, reduce el estrés, combate la depresión y la ansiedad, protege la vista o mejora la esperanza de vida.
Ahora en invierno no hay que encerrarse en casa, sino que es un tiempo idóneo para salir en los días soleados y disfrutar de la naturaleza y de las aves invernantes costeras o de los pajaritos que buscan atareados su alimento.
Los días tormentosos o de temporales son ideales para observar la fuerza de la naturaleza y la bravura del mar, pero cuando el tiempo da una tregua.
Y los días posteriores a las tormentas son especiales para disfrutar de la calma y de las aves que entran en las rías para refugiarse de los azotes del tiempo o de los pequeños pájaros residentes que con alegría recuperan su actividad.
Todo ello realizándolo siempre con respeto y cuidado por la naturaleza.
Enviada en 15/11/2024